6/11/11


Un día tras otro pasa, 
encadenado a la melodía de la lluvia tardía
del otoño que todavía frustrado
araña el calor del verano con sus uñas de viento.

¿Dónde se ha escondido la luna?
Hace meses que no la veo brillar
se escondió entre las nubes 
y parece que ahora solo sabe llorar
mojando tejados, pelos, pieles y asfalto.

Se arranca la piel
se come sus propias entrañas
paladea cada latido del corazón
cada gota de sangre
cada lágrima salada 

Se araña
se deja los dedos en carne viva
y escribe con pulso tembloroso en el suelo negro
que para qué tener sentimientos
si le devoran el alma como el fuego
hasta que su corazón se quede carbonizado
y, quebradizo, se escurra entre los dedos
mezclándose el polvo oscuro con la sangre
a la intemperie del invierno.